El pasado domingo nos fuimos hasta Pineda de la Sierra. El tiempo olvidó por un día su inestabilidad primaveral y nos ofreció un cielo con nubes y un leve fresco que no molestaba. Y es que a pesar de estar a finales del mes de abril los restos del invierno siguen acompañándonos como no queriendo irse hasta el año que viene. Una prueba clara de esto es que las cumbres de la sierra estaban con una buena cantidad de nieve.
El pueblo nos recibió con un silencio apacible, muy tranquilo, apenas distraído por el rumor travieso de las aguas del Arlanzón, las huellas sonoras de algunos senderistas y las hachas de algunos pinedanos haciendo leña para el hogar. Un buen contexto para traer a este ‘Burgos mágico’ el entorno de Pineda y algunos de sus rincones más pintorescos.
CÓMO LLEGAR
Para acercarse a la villa de Pineda desde Burgos tomanos la N-120 (Carretera de Logroño). Nada más pasar Ibeas de Juarros cogemos a la derecha la BU-820. Cruzaremos los pueblos de Arlanzón y Villasur de Herreros. A partir de este último seguiremos una carretera que bordea los pantanos. Al final del embalse de Úzquiza llegaremos a una bifurcación: recto vamos hacia Pradoluengo y hacia la derecha nos dirigimos hacia Pineda. Cogemos esta carretera, con bastantes curvas y un asfalto en regulares condiciones, y nos encaminamos hacia nuestro destino. 6 kms. antes de Pineda nos toparemos con la presa del embalse del Arlanzón, cuya cola está muy cerca de la villa serrana. En total son 50 kms. de recorrido.
UN POCO DE HISTORIA
Parece que fue en el siglo IX cuando sucedieron los primeros asentamientos en las tierras que hoy componen Pineda de la Sierra. Sus excelentes pastos y bosques hicieron de esta zona un lugar ideal para la ganadería y la industria maderera, convirtiendo a la localidad en una villa próspera y muy dinámica. La trashumancia del ganado ovino fue la principal ocupación de los pinedanos durante siglos, habiendo entre sus habitantes algunos "señores de la Mesta", ese importantísimo e influyente concejo fundado por Alfonso X El Sabio que garantizaba el paso de los rebaños por las cañadas y protegía de manera extraordinaria desde las más altas instancias el ejercicio del pastoreo trashumante. De esta época de esplendor quedan en Pineda algunas casonas que pertenecieron a estos ricos ganaderos, construcciones caracterizadas por sus recios muros de piedra arenisca.
A mediados del siglo XIX surgió una intensa actividad minera en la zona que también influyó en la economía local y en el desarrollo de infraestructuras como el ferrocarril minero construido entre Monterrubio y Villafría. Esta línea férrea fue desmantelada a mediados del siglo XX, siendo reconvertida años después en uno de los senderos más importantes de la provincia: la Vía Verde de la Demanda.
MONTES, CAMINOS Y AGUA
Pineda de la Sierra se encuentra en un lugar de una riqueza paisajística excepcional, en pleno corazón de la Sierra de la Demanda, a los pies del pico Mencilla y con el río Arlanzón partiendo su caserío.
Este sistema montañoso ocupa gran parte del sudeste de la provincia de Burgos y es la zona más septentrional de la Cordillera Ibérica. Caracterizada por su alto nivel pluviométrico y riqueza arbórea tiene también varios picos de una altura reseñable, como el Mencilla (1.932 m) y el San Millán (2.132 m), donde podemos apreciar la acción del glaciarismo en sus zonas más elevadas. Pineda de la Sierra, cercana a estos montes, se encuentra a unos 1.200 m. de altitud, siendo una de las localidades de la provincia establecidas a mayor altitud sobre el nivel del mar. En los valles y laderas de esta sierra podemos toparnos con hermosos bosques de robles, hayas, acebos y pinos que esconden una rica fauna en aves y mamíferos.
La Vía Verde de la Demanda
Pineda de la Sierra es una de las paradas más interesantes de esta ruta, una de las más conocidas y transitadas de la provincia por caminantes, ciclistas y jinetes.
La Vía Verde de la Demanda recorre el paso del antiguo ferrocarril minero que unía la localidad serrana de Monterrubio de la Demanda con el barrio burgalés de Villafría. Esta vía ferroviaria se construyó entre los siglos XIX y XX para transportar hacia los centros de producción los minerales extraídos de las diferentes explotaciones de la sierra, siendo el término del trayecto la estación de Villafría. La industria minera de esta zona extraía principalmente hierro y carbón, y funcionó apenas unas décadas, siendo desmantelada en la década de los treinta del siglo pasado.
El Arlanzón y sus embalses
El río que divide Pineda y que recorre de este a oeste la capital de la provincia nace entorno al pico de San Millán, en la localidad de Riocavado de la Sierra, apenas a 15 kms. de Pineda río arriba.
Todo el entorno que rodea al Arlanzón es de una gran belleza natural. Podemos disfrutar estos paisajes por varios senderos que existen junto al caudal, siendo especialmente recomendables los que bordean los embalses del Arlanzón y Úzquiza.
A 6 kms. de Pineda, río abajo, está la presa del primer embalse que se construyó del río Arlanzón. Inaugurado en 1933 fue levantado tras las graves inundaciones que afectaron a Burgos en junio de 1930 con la función de controlar el caudal del río especialmente en las épocas de deshielo. Su capacidad es de 22 Hm3 y tienen un superficie de 130 Has.
Y a unos 20 kms. de la villa serrana nos encontramos la presa del embalse de Úzquiza, cercana a la localidad de Villasur de Herreros. Las crecientes necesidades industriales y poblacionales de Burgos y toda la zona entorno a la capital hacían insuficiente la capacidad del embalse del Arlanzón por lo que se construyó este segundo embalse, inaugurado en 1989. Bajo sus aguas quedaron anegados tres pueblos que ya son historia: Herramel, Villorobe y Úzquiza, que dio nombre al pantano.
CALLES, RINCONES Y CASAS
Callejones empinados, casas de fuertes muros y pequeñas ventanas, paredes de arenisca rojiza y mampostería, chimeneas encestadas, el rumor del agua por todas las esquinas... Esto y mucho más es lo que se puede encontrar el caminante por las calles de Pineda, un paseo muy recomendable que además podrá compartir con las buenas gentes del pueblo.
En el siguiente mosaico podemos ver algunos de los rincones más vistosos de la villa.
También hay que destacar que Pineda de la Sierra es un lugar muy transitado por grupos de escolares y universitarios, ya que cuenta con diversas instalaciones para el estudio y disfrute de la naturaleza, como las Aulas de la Naturaleza y el albergue de la Diputación Provincial de Burgos así como el Aula del Río, gestionada por la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León.
También cuenta con una pequeña pero muy popular estación de esquí, Valle del Sol, inaugurada en 1975 y cuyas pistas se localizan en las laderas de la Sierra Mencilla.
IGLESIA DE SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR
La gran joya artística de la villa de Pineda de la Sierra es este templo de trazas románicas que comenzó a erigirse en el siglo XII y que brilla en los libros de arte por su fabuloso pórtico.
Nada más acercarnos a San Esteban tenemos que admirar la pericia del maestro constructor de esta iglesia, que supo salvar las irregularidades del terreno con mucha inteligencia.
La realización de este templo se llevó a cabo en tres etapas. En la primera mitad del siglo XII se construyó la cabecera y los dos primeros tramos de la nave, la portada y la torre. En una segunda etapa, a finales del mismo siglo, se llevó a cabo el soberbio pórtico románico. Y una tercera, ya en el siglo XVI, se elevó la cubierta del templo, sustituyendo el primitivo tejado, cuya estructura era de madera, por las actuales bóvedas de crucería. Se puede observar en la serie de canecillos que hay en la parte sur, sobre el pórtico, la antigua altura de la techumbre. Además en esta última fase se erigió la sacristía y el tercer tramo de la nave.
El campanario actual, situado en el lado norte, se alzó entre los siglos XVII y XVIII, tomando el origen de la antigua torre románica.
Es muy interesante la portada de la iglesia, que podemos ver dentro del pórtico y que es anterior a la construcción de éste. Su riqueza iconográfica es digna de estudio, destacando en la izquierda del arco una figura que se vincula a Santa Juliana (advocación original del templo).
Un detalle anecdótico. En el lado oeste del muro exterior de la iglesia de San Esteban hay una cruz blanca adosada a la pared que recuerda a los tres ciudadanos franceses que fallecieron en un accidente de aviación en 1948 cerca del pico San Millán mientras realizaban la ruta Lisboa-París. Un ventisca sorprendió a los viajeros y el avión chocó contra la montaña. Eran el propietario y el representante de una empresa aeronaval y el piloto del bimotor. En el mosaico fotográfico anterior se puede observar esta cruz-homenaje.
El pórtico de San Esteban
Esta galería, adosada al muro sur de la nave del templo, es una de las principales señas de identidad de Pineda de la Sierra. Su fábrica está relacionada con el estilo de los maestros del claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos y con los escultores de los pórticos de las iglesias de las localidades serranas de Vizcaínos y Jaramillo de la Fuente.
El pórtico nace de un banco corrido de desigual altura (que corrige la inclinación del terreno), con once arcos de medio punto divididos por la portada de la galería. Las columnas son dobles y los capiteles están decorados en su gran mayoría por motivos vegetales. El suelo está formado por rústicos mosaicos de cantos rodados. La cubierta fue restaurada hace pocos años ante el gran deterioro que sufría la estructura anterior.
Debemos señalar que el pórtico, además de servir como refugio de los fieles ante las inclemencias meteorológicas antes y después de los oficios, fue lugar de celebración de los concejos abiertos donde se debatían los asuntos de la villa.
Para finalizar nuestra visita a Pineda fuimos a conocer esta pequeña iglesia. Cogiendo desde la carretera principal el camino que lleva al pueblo de Tinieblas, junto al albergue de la Diputación, cruzamos el río Arlanzón por un puente y nos encontramos esta ermita de sencilla planta y de aspecto muy reformado. El último arreglo data de mediados de los 90 del siglo pasado.
Sus orígenes se remontan a finales del siglo XII o finales del XIII, podemos ver en su interior varias formas y estructuras románicas que nos llevan a esta época.
En esta ermita se celebran algunas fiestas y romerías muy señaladas en el calendario de Pineda de la Sierra. Una de las más importantes es el 14 de septiembre, el día de la Cruz. En esta fecha se va a la ermita del Cristo por la mañana en procesión con la Virgen de la Villa, patrona de Pineda. Por la tarde regresa la comitiva con la talla de María a la iglesia de San Esteban tras un día de fiesta muy querida entre los pinedanos.
Mañana vamos a ir de excursión a Pineda de la Sierra y nos viene muy bien toda esta información. Gracias! Muy bonito el blog!
ResponderEliminarUna zona excelente para visitar y almorzar cualquier dia si es con nieve mucho mejor mas bonito.......
ResponderEliminarFue la tierra natal de mi abuelo Estanislao Rojo que en su adolescencia partió hacia La Argentina Provincia de La Pampa
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