viernes, 30 de diciembre de 2011

El expolio de Baco


En esta entrada no vamos a hablar de las maravillas de un pueblo de la provincia ni de ninguna joya del arte burgalés, sino de un hecho lamentable. El pasado miércoles se descubrió un salvaje atentado contra el patrimonio histórico-artístico de ese 'Burgos mágico' que tanto nos gusta glosar en este blog.

Unos vándalos robaron en un día todavía indeterminado de este mes parte del mosaico del dios Baco que se encuentra en la villa romana de Santa Cruz en la localidad ribereña de Baños de Valdearados. Allí se guarda uno de los tapices cerámicos más grandes y mejor conservados de Europa y data del siglo V d.C., los últimos tiempos gloriosos de Hispania. Fue descubierto en 1972 y desde ese momento fue el orgullo del pueblo. Ahora sus habitantes se encuentran desolados ante la barbarie y los destrozos provocados por los ladrones.
En la siguiente imagen doble podemos ver el antes y el después del robo:


A raíz de este terrible suceso se debe abrir sin dilación un debate sobre la protección del legado cultural burgalés en el medio rural, y por extensión de toda la comunidad. Es cierto que en este ámbito nuestra provincia tiene un capital riquísimo e inabarcable, y que en tiempos de crisis económica -por inercia política, no porque haya un decreto que lo establezca- la Cultura siempre es la ‘hermana pobre de la familia’. También somos conscientes de que este saqueo no es el primero ni desgraciadamente será el último. Habrá quien recuerde en muchos pueblos esos tiempos en que se (mal)vendían imágenes y objetos de las iglesias para arreglar los muros del templo y reparar tejados a punto de caerse. O cuando fieles del entorno o curas poco piadosos robaban piezas de arte al descuido... Era otra época, triste y trágica, de la que quedan como testigos ermitas desvalijadas, hornacinas vacías y monumentos olvidados y polvorientos.
Ahora, en pleno siglo XXI, este tipo de hechos como el acaecido en Baños de Valdearados nos tiene que poner en guardia a vecinos e instituciones. Si no defendemos con celo nuestro patrimonio del paso del tiempo, de las inclemencias meteorológicas y de los ‘amigos de lo ajeno’ tendremos una deuda atroz con las futuras generaciones.
Y es que a veces la voluntad de hacer las cosas es más cara que el propio coste de hacerlas. Cuidemos nuestro patrimonio, es una herencia a la que nos debemos todos.

Os dejamos enlaces a las noticias publicadas en sus ediciones digitales ayer jueves El Correo de Burgos, Diario de Burgos, y El Mundo. También un vídeo de Antena 3 Noticias.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pampliega


El pasado domingo nos adentramos en el valle del Bajo Arlanzón abrigados por una densa niebla, la mañana otoñal nos regaló un tiempo fantasmal y poco agradecido para la fotografía de paisajes, hecho que podréis apreciar en algunas de las instantáneas de esta entrada. Aunque hay que admitir que esa bruma, fría y plomiza, dio una pátina misteriosa, casi de cuento, a la localidad que visitamos: Pampliega.

CÓMO LLEGAR
Para ir a Pampliega desde Burgos hay que coger la Autovía a Valladolid (A-62), tomar la salida 32 y tras dos kilómetros cruzamos el puente sobre el río Arlanzón y llegamos al destino. Son 35 kms.

AMBISNA, PAMPLICA, PAMPLIEGA
Pampliega ya está documentada en el siglo II a.C. en las tablas de Claudio Ptolomeo, donde es denominada “Ambisna”. Durante la ocupación romana la localidad es llamada “Pamplica” (quizá por el general Cneo Pompeyo, aunque no está del todo claro), topónimo del que deriva el actual nombre del pueblo. Fue cruce de dos vías romanas de gran importancia: la del valle del Arlanzón y la que unía la ciudad de Clunia con Cantabria, el tránsito de viajeros y comerciantes favoreció el crecimiento de la localidad.
En el año 594 el rey Recaredo funda el monasterio de San Vicente, ya desaparecido. Y en el siglo VII la localidad vive uno de los momentos históricos más destacables: el retiro y muerte del rey visigodo Wamba en dicho monasterio. Más adelante hablamos de este episodio tan interesante de la historia pampligueña.
La Reconquista cristiana vuelve a repoblar toda la comarca de Muñó y la vega del Arlanzón, beneficiada por la importancia de la cercana villa de Castrojeriz, destacado lugar de paso de la Ruta Jacobea y cuna de grandes personajes. Incluso el municipio llegó a pertenecer a don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
La influencia de monarcas como Alfonso VII, Alfonso VIII y más tarde Fernando IV y Alfonso XI hizo de Pampliega una villa de referencia en Castilla por el señorío de sus tierras y los privilegios reales concedidos, como el de un mercado semanal que hizo emerger la economía del pueblo sobremanera. El vino, la lana y el cereal fueron los productos más rentables de la localidad y su calidad le dieron fama en toda la región.
En 2010 German Lafont Mateo publicó un libro extensamente documentado sobre la historia de Pampliega y sus pueblos, titulado “Pampliega, Torrepadierne y Santiuste: Mil años de historia (siglos VII a XVII)”, donde podemos conocer con gran detalle la crónica de esta villa a lo largo del tiempo así como los sucesos más sobresalientes protagonizados por sus habitantes.

CALLES, CASAS
 Y RINCONES
Cuesta arriba, cuesta abajo... Un paseo por las calles de Pampliega es un continuo subir y bajar por sus populares costanillas, algunas unidas por angostas escaleras de piedra, otras por pequeñas rampas.
El pueblo estuvo fortificado durante el medievo, comenzando a vivir la población extramuros en el siglo XVI. La muralla de Pampliega tenía tres puertas: la de Burgos (hacia el norte), la del Puente (hacia el oeste) y la de Presencio (hacia el sur), única que se conserva en pie y que está entre la C/ El Arco y la Plaza de Wamba.
En esta localidad podemos admirar todo tipo de construcciones, desde fuertes casas de piedra, otras más modestas de adobe y algunas de ladrillo más modernas. Hay muchas casas cerradas y semiderruidas pero es un pueblo que respira mucha vida, especialmente en la época estival donde se convierte en un excelente lugar para el veraneo.
En las siguientes fotografías podemos hacer un pequeño paseo virtual por las calles de Pampliega, así como de las riberas del río Arlanzón.




IGLESIA DE SAN PEDRO
Si hay una imagen que hace reconocible a esta localidad es la de su iglesia, recia y portentosa, que se alza en lo alto del cerro como en una atalaya que ve desparramarse sobre la ladera las casas de Pampliega.
Su construcción comenzó en 1548 sobre un templo ya existente del siglo XIII del que se conservan dos capillas debidamente reformadas. Las trazas de la nueva iglesia son fruto del maestro Juan de Vallejo, responsable de joyas artísticas tan relevantes como el cimborrio del crucero de la catedral de Burgos o la portada de la iglesia de San Cosme y San Damián, también en la capital de la provincia. Combina los estilos tardogótico y renacentista, tanto en el interior como en el exterior del templo podemos admirar expresiones de estas corrientes artísticas.
Hay que señalar varios elementos de interés en la iglesia de San Pedro de Pampliega que merecen la atención del visitante:
· La torre campanario, con pórtico a sus pies, fue construida en el siglo XVII. Su gran altura la hace visible desde varios kilómetros a la redonda.
· La portada gótica, en un lateral del templo, es obra probablemente de Rodrigo Gil de Ontañón. Es la puerta por la que entra el pueblo a los oficios.
· El púlpito, realizado en piedra por Martín de Ochoa, tiene medallones de San Pedro, San Pablo y San Andrés y cuyo pie lo constituye un atlante (figura masculina que sirve para sustituir a la columna).
· Y la joya del templo: el retablo mayor, de estilo renacentista, fue realizado entre 1552 y 1558 por el artista alavés Domingo de Amberes en maderas de nogal, roble y pino. Supone una de sus obras maestras junto a los retablos de las iglesias de Mahamud e Isar. Su gran tamaño, con cuatro cuerpos y siete calles, está presidido por la Virgen de la Asunción y San Pedro en Cátedra (el titular de la parroquia), congregando un gran número de imágenes de notable belleza y calidad. Hay que apuntar dos detalles: la presencia de dos figuras desnudas, algo muy poco corriente en la época. Son Adán y Eva y están situados en la parte alta del retablo, a los lados de la Asunción. Y la juventud de los dos ladrones del calvario, parecen casi niños. El retablo fue restaurado en 1998, recuperando su esplendor original.


EL REY WAMBA
Si hay un personaje que brilla con intensidad en la historia pampligueña es Wamba, rey de la España visigoda que habitó en esta localidad desde el año 680 hasta su muerte, acaecida ocho años después en el desaparecido monasterio de San Vicente.
Wamba sucedió en el trono a Recesvinto en 672. Su reinado fue muy complicado, viéndose envuelto en muchas guerras en el norte de la península y batallas por la supremacía política entre nobles, monárquicos y eclesiásticos. Además variopintas luchas internas por el poder debilitaron su gobierno conduciéndolo hacia el caos.
En 680 fue víctima de una conspiración que le hizo perder su condición de rey en favor de Ervigio. Los libros de Historia recogen así esta conjura, digna de un drama de Shakespeare: Ervigio, que ambicionaba el poder, drogó a Wamba haciéndole creer que iba a morir. Siguiendo la costumbre de la época, el todavía rey fue tonsurado y vestido con el hábito de penitente. Al despertar del efecto del narcótico Wamba tuvo que renunciar a su cargo como monarca, la tradición no permitía ser rey a un hombre clérigo y sin el cabello largo. Tras dejar el cetro se retiró al monasterio de San Vicente de Pampliega, donde murió en 688, siendo enterrado ante la puerta de la iglesia del convento. En el lugar donde estaba dicho monasterio existe un sencillo monumento conmemorativo.
En el siglo XIII Alfonso X el Sabio trasladó sus restos a una iglesia de Toledo junto a los de Recesvinto, su antecesor. Estas osamentas, tras ser profanadas durante la Guerra de la Independencia por las tropas francesas, fueron trasladadas a la Catedral de Santa María de Toledo en 1845, donde permanecen en la actualidad junto a las tumbas de muchos otros miembros de la realeza.
Como curiosidad apuntamos que este rey visigodo dio nombre a una localidad de la provincia de Valladolid llamada como él, Wamba, que dista a unos 20 kms. de la capital pucelana y que está hermanada con Pampliega.


PAMPLIEGA MÁGICA
Calles empinadas hacia esa torre imponente, rincones curiosos donde respirar toda la historia que ha protagonizado esta villa, el espíritu de Wamba que enorgullece a sus habitantes… Hay que acercarse a Pampliega y disfrutar del sereno paisaje de la vega del Arlanzón y sus nobles gentes, un pueblo que se ha asomado desde su atalaya a estas páginas de 'Burgos mágico' entre la niebla y la luz de un domingo de noviembre.

martes, 15 de noviembre de 2011

Cortiguera


Un cálido sol nos acompañó el pasado domingo durante nuestra visita a Cortiguera para atrapar su magia y pintarla en este blog. El otoño tardío todavía dejaba ver hojas verdes entre los ocres y amarillos del paisaje, ofreciendo una paleta de colores bellísima y juguetona. Nos gusta la tonalidad que visten en estas fechas nuestros campos.

Mítica para unos, totalmente desconocida para otros, Cortiguera compone junto a sus alrededores uno de los parajes más bellos de la provincia de Burgos. Esta localidad, perteneciente en la actualidad al ayuntamiento del Valle de Sedano, quedó prácticamente deshabitada en los años 60. Como ocurrió en muchos pueblos de la zona el éxodo rural condujo a gran parte de su población hacia Vizcaya, la potente industria vasca necesitaba mano de obra y muchos burgaleses del norte de la provincia (Merindades y La Bureba especialmente) buscaron su futuro lejos de los lugares que los vieron nacer.
Una pregunta que le puede asaltar al visitante que pise por primera vez Cortiguera es: “A quién se le ocurrió poner un pueblo aquí, tan alejado del mundo?” Pues sus razones tendrían… Caza, recursos naturales y campos para el cultivo, por ejemplo. Y su privilegiada ubicación junto al cañón del Ebro, en una ladera al refugio de los vientos del norte.
Cortiguera vivió épocas de gran auge e importancia, como atestiguan los restos de algunas casas y la calidad arquitectónica de su iglesia. El desgaste del tiempo y el olvido nos han dejado una villa casi despoblada durante el año, pero mágica en su ruina, poética. Pasear por Cortiguera es como hacerlo por un viejo plató de cine desamparado, sintiendo el sigilo de tus pisadas, huellas sonoras abandonadas sobre una tierra que anduvieron tantas generaciones.
 
CÓMO LLEGAR
Para ir a Cortiguera desde Burgos hay dos vías principalmente:
1. Por la carretera de Santander (N-623). Tras pasar Quintanilla Escalada subimos un pequeño puerto. Al finalizar la subida cogemos a la derecha la carretera que va hacia Pesquera de Ebro, la BU-V-5143. Atravesamos esta localidad y en una de las primeras curvas del Puerto de la Eme aparece el desvío sin señalizar hacia Cortiguera. Son 79 kms.
2. Por la carretera de Villarcayo (CL-629). Tras pasar Sotopalacios (N-623) cogemos la CL-629 dirección Villarcayo. Poco después de Pesadas de Burgos cogemos a la izquierda la BU-V-5143 dirección Dobro. Seguimos hasta bajar el Puerto de la Eme donde casi al final encontramos, a la izquierda, el camino que lleva hasta Cortiguera. Son 73 kms.


CALLES Y CASAS
Una de las señas de identidad de Cortiguera es el porte de sus edificios. Muchos arruinados, violentados por la vegetación, otros rehabilitados y recuperados como viviendas de verano y fin de semana, otros mantenidos en pie gracias a su buena construcción pero olvidados a su suerte.
Las calles de Cortiguera son caminos escoltados por viviendas, árboles y matorral. En el siguiente mosaico fotográfico se pueden ver algunas de ellas.


PALACIO DE LA FUENTE BUSTAMANTE
Al final de la vía principal del pueblo, la calle Sobrevilla, nos topamos con uno de los mayores tesoros de Cortiguera, un edificio singular, de recias formas e imponentes paredes de sillería: es el palacio de la familia De la Fuente Bustamante, que data -como reza una inscripción en su fachada- de 1701. Este inmueble ha sido rescatado del hundimiento hace pocos años por su actual propietario, que compró el palacete en la casi absoluta ruina en 2002.
Junto al palacio hay una fuente con pilón y un lavadero. En estas fotos podemos ver esta joya de la arquitectura civil del s. XVIII que comprende dos edificios independientes unidos por un patio interior.


IGLESIA DE SAN MIGUEL
La importante fábrica de la parroquia del pueblo es uno de los testimonios que evidencian el esplendoroso pasado de Cortiguera. Fue construida en el s. XVI bajo el patrocinio de Iván Moral y Catalina de la Fuente, dos importantes miembros de la clase pudiente de la localidad. Su estado actual es semirruinoso y peligra seriamente el campanario, cuyo tejado está muy dañado.
Se puede penetrar a su interior libremente por la puerta principal, sorteando los escombros del pórtico que se derrumbó hace años.
Dentro de la iglesia podemos admirar su planta, un gran salón que presenta una nave central y tres laterales, con bóvedas de gran calidad. Las paredes sufren el deterioro de la humedad y las pintadas de desalmados visitantes. Es posible subir al coro y al campanario a través de una angosta escalera de caracol, desde donde obtendremos buenas vistas del templo y del exterior respectivamente.
Muchos de los bienes de la iglesia sufrieron el saqueo y el olvido. Afortunadamente se pudieron salvar dos retablos: el de San Miguel Arcángel y el de Cristo Yacente. Ambos pertenecen en la actualidad a la colección del Museo de Retablo, sito en la iglesia de San Esteban de la capital burgalesa.
En las siguientes fotografías podemos contemplar la iglesia de San Miguel, desde el exterior y el interior.



EL SEÑOR CAYO
Una de las personas que puso en el mapa de la popularidad a este pueblo fue Miguel Delibes con su novela ‘El disputado voto del señor Cayo’. Según cuenta Elías Rubio Marcos en su excelente libro ‘Los pueblos del silencio’ (2000) el escritor vallisoletano se inspiró en un habitante de Cortiguera para concebir al señor Cayo y sus andanzas campestres. Este hombre se llamaba Claudio Ruiz y fue uno de los últimos pobladores de la localidad, marchándose a mediados de la década de los 60.
En 1986 el director burgalés Antonio Giménez-Rico estrenó la adaptación cinematográfica de la novela de Delibes. Los principales papeles fueron interpretados por Paco Rabal (como el señor Cayo), Juan Luis Galiardo, Iñaki Miramón y Lydia Bosch. El filme se rodó, además de en Cortiguera, en Burgos, Mozuelos de Sedano, Orbaneja del Castillo, Huidobro, Poza de la Sal y en otros lugares próximos.


CORTIGUERA MÁGICA
Piedra devorada por ramas, zarzas y árboles, el rumor sordo del río Ebro surgiendo de la garganta del cañón, la soledad de sus calles transitadas por senderistas y curiosos…  Hay que acercarse a Cortiguera y disfrutar de los vestigios de un pasado próspero, ese por el que velan sus actuales habitantes luchando por su futuro y por el de este rincón tan fascinante del Burgos mágico.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Burgos mágico

Santa María del Campo. Iglesia Colegiata de Ntra. Sra. de la Asunción (s. XIII-XVIII)
Queridos lectores:
Os damos la bienvenida a esta bitácora llamada ‘Burgos mágico’, un espacio en el que los autores queremos contribuir con nuestros artículos a difundir la fama y la magia de los innumerables y atractivos rincones de Burgos. Aquí, en la blogosfera.

Burgos es una provincia de una riqueza artística, paisajística e histórica muy heterogénea. De norte a sur, de este a oeste, el viajero se topa con todo tipo de sierras y valles, bosques y páramos, calles y senderos, ciudades y pueblos… Lugares que desde hace miles de años el hombre posa sus pies haciendo Historia. Como en Santa María del Campo, hermosa localidad del oeste de la provincia que ilustra esta entrada inaugural.

Burgos goza de tres elementos patrimonio de la Humanidad: la Catedral de Santa María, el Camino de Santiago y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, un trío que sería la envidia de muchas provincias y regiones. Pero hay mucho más en dentro de esos más de 14.000 km2… Magia, hay mucha magia. Y aquí queremos traer esos lugares y rincones a veces invisibles a las prisas, perdidos en los mapas, que el viajero quizá no pueda disfrutar a primera vista... Así que cojan nuestra mano y acompáñennos. 'Burgos mágico' acaba de comenzar.

El siguiente mapa de Burgos (que será permanentemente actualizado) señala nuestras visitas y recorridos por la provincia. Gracias por su visita.